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Actitud protagonista en contextos desafiantes

Dentro del ciclo de Webinar de VISMA Latam durante la cuarentena, Bernardo Bárcena (cofundador y director de Experiencia Líderes) dio “tips” sobre cómo salir adelante a pesar de la incertidumbre y los temores que genera el escenario de pandemia.

Dentro del ciclo de Webinar de VISMA Latam durante la cuarentena, Bernardo Bárcena (cofundador y director de Experiencia Líderes) dio “tips” sobre cómo salir adelante a pesar de la incertidumbre y los temores que genera el escenario de pandemia.

El estar “encerrados” hace que todo lo que suceda sea sobredimensionado, excepcional.  Hay que saber parar, plantarse frente a la situación y establecer qué es importante y qué no; por otra parte, entender qué variables dependen de mí y qué otras no. Esto nos va a trazar una mejor perspectiva, ya que podremos determinar en qué podemos intervenir para cambiar algo.  Habrá que establecer los distintos elementos en un cuadrante: en el eje de las “y” se parte del rechazo hasta llegar a la aceptación (lo más alto), y en el eje de las “x” de los hechos de facto (no se pueden modificar) a la posibilidad (de cambiar algo), que es lo más lejano.

La “actitud protagonista” nos lleva a entender la situación y definir qué puedo hacer yo para cambiar lo que se pueda modificar.  Esto permitirá pasar del “rechazo” a la “aceptación” de las variables incontrolables, es decir, del resentimiento (ante algo que no puedo cambiar) a la armonía (justamente porque no lo puedo modificar); y, por otro lado, de la “resignación” a la “ambición” de querer cambiar lo que se pueda modificar.  Esta ambición nos obligará a salir de nuestra zona de confort para convertirnos en mejores personas, mejores líderes de nuestro equipo.  La ambición -bien entendida- nos hace ser protagonistas.

El protagonista muestra un proceso de tres etapas:

  1. Sueños: Los sueños son anhelos, que se convierten en “proyectos” apenas les damos fecha de inicio.
  2. Intentos: Que requieren de nuestra perseverancia e inteligencia. A veces los buenos resultados no se alcanzan la primera vez.  No hay que rendirse, se puede volver a intentar; no obstante, hay que pensar en cómo reformular ese intento para conseguir el objetivo deseado (habrá que mejorar la “calidad” del intento).
  3. Error o adversidad: El error depende de mí, la adversidad es un agente externo. Ante esta última, puedo ponerme en “víctima” (el culpable/responsable está afuera), con lo cual seguiré infeliz y desconforme, y vuelvo a la peor parte del cuadrante (rechazo ante lo “inevitable”)

Cuando algo no sale bien, el protagonista habla consigo mismo, asume sus errores y aprende, porque es humilde e inteligente.  Se hace cuatro preguntas incómodas:  qué no hice, qué hice mal, qué aprendí, qué haré diferente en el próximo intento.  Ésta es la pregunta más importante, la que nos exige ser creativos, disruptivos, salir de esa “zona de confort” para conseguir -a futuro- otro resultado.

En todo orden de la vida y también en el ambiente laboral, es muy importante cultivar buenas relaciones porque éstas traerán mejores resultados (R=R).  Para esto, es clave decir la verdad siempre, cumplir las promesas, ser más generoso y ser más agradecido.

El profesional de RH rápidamente detectará quiénes son protagonistas y quiénes son víctimas en la organización.  La buena noticia es que se puede ayudar a las “víctimas” a salir de ese rol y protagonizar sus vidas.  El YO protagonista debe dar el ejemplo con los YO víctimas, puede enseñar que existen dos roles y que uno mismo elige cómo pararse ante una circunstancia (y ante la vida); y, por último, es muy importante felicitar y reconocer al que actúa como protagonista, esto forma parte de una cultura que desde RH se debe promover para lograr el éxito del negocio.

Definitivamente, tenemos el poder de cambiar la realidad, solo tenemos que creerlo.