Nuestro ciclo de webinars invita a especialistas en distintos temas relacionados con las personas en las organizaciones en este contexto de crisis global inesperada.
El ciclo fue inaugurado por Verónica Carbajal, especialista en Marca Empleadora (ME).
Las grandes preguntas fueron: ¿se sigue gestionando la ME en el contexto actual?, ¿vale la pena hacerlo?, ¿cómo se beneficia la ME de una organización en una situación de crisis como la que estamos viviendo?…
En cualquier momento, la gestión de la Marca Empleadora es importante para:
1. Posicionar y/o conservar la imagen de marca de la organización en el mercado.
2. Fidelizar al empleado y cuidar su engagement con la empresa.
3. Atraer el mejor talento.
4. Traccionar, conseguir candidatos.
Definitivamente, en estos momentos, las organizaciones deben continuar gestionando la Marca Empleadora; hay que seguir fortaleciendo la imagen corporativa, aunque cambiando las prioridades en los mensajes. Entonces RH debe seguir trabajando en:
• Activaciones de la ME de acuerdo con los valores clave de la compañía: El principal objetivo hoy es “cuidar” a la gente, que se sientan cuidados, siempre teniendo muy en cuenta los valores corporativos, que deben manifestarse en todo lo que la compañía diga y haga.
• Capturar insights, percepciones de la gente para apuntalarlos en estos momentos: El estar separados físicamente, por no poder compartir un mismo lugar de trabajo, es un desafío para los líderes. Éstos tienen que pensar de qué forma se puede estar cerca del equipo, apuntalarlos en lo que haya que hacer, tener “presencia” aunque no sea física. Y si bien todos estamos pasando por las mismas incertidumbres y temores, el rol del líder es brindar confianza, soporte y seguridad a su gente.
• Acercar la empresa a la audiencia: Esto abarca tanto empleados como clientes y proveedores. La compañía debe mostrar una actitud proactiva de acercamiento, esmerarse más en eso, ya que hay canales (presenciales) que no se pueden utilizar. Hay que ser creativos para “seguir estando ahí”.
• Pensar estratégicamente para activar la ME en este contexto de crisis global: Establecer comunicación con mensajes positivos, mostrando que la empresa “está acompañando”, está recorriendo este camino junto con su gente.
El objetivo es que -genuinamente- se perciba que la marca agrega valor, ayuda en la vida cotidiana en estos momentos inéditos, tanto a sus empleados como a la comunidad en la que actúa.
En lo que se refiere específicamente a la relación con las personas que trabajan en la compañía, habrá que establecer prioridades, a nivel de mensajes y de acciones:
• Cuidar a los empleados.
• Proporcionar tips para trabajar en forma remota (home-office) y brindar las herramientas necesarias para hacerlo.
• Agradecer, reconocer el trabajo que la gente está realizando, a pesar de las circunstancias adversas.
Cómo administrar las “emociones”
En la situación actual, todo lo relacionado con lo emocional es predominante y determinante. Cuando pase el tiempo, las personas van a acordarse de lo que la empresa hizo por cuidarlos, por proteger sus puestos de trabajo, por conservar su buena calidad de vida. Desde luego, hay que ser flexibles y ágiles para adaptarse rápidamente a circunstancias muy diferentes, según la realidad de cada persona. Entonces, habrá que repensar o replantear las exigencias, las fechas límite para entregar informes, los horarios de reuniones (virtuales), etc. Habrá que procurar nuevas formas de interrelación, nuevos espacios y horarios de encuentro; y hasta tal vez surjan nuevos voceros en los equipos…
Recursos Humanos tiene el trabajo de estar muy atento a los requerimientos y al estado anímico de la gente, principalmente para entender cuestiones personales que quizás interfieran en la actividad diaria desde el home-office. Para esto ayudan mucho la actitud de escucha, más que dar órdenes de forma unilateral; tener buena predisposición con los otros (“buena onda”) y dar mensajes positivos, a pesar de encontrar resultados que no son los esperados. Esto contribuye a fortalecer la resiliencia de las personas, a que puedan sobreponerse a las dificultades, sabiendo que pueden contar con el equipo y, principalmente, con su jefe.
El líder tiene que motivar a su gente más que nunca. Habrá que detectar quiénes son los líderes positivos naturales (los “influencers”) de cada equipo y aliarse con ellos para bajar mensajes al resto, hacer un frente común para lograr resultados.
En la lista de valores que las personas esperan hoy de las empresas donde trabajan, predomina un buen clima laboral y una cultura corporativa que brinde contención y que, a través de la empatía, comprenda al colaborador y se presente desde un lugar de cercanía, entendiendo la situación particular de cada uno y proporcionando alternativas que contribuyan a cumplir los objetivos en un contexto de crisis que nadie previó. Y se puede establecer verdadera empatía con alguien cuando se lo escucha, se lo acompaña (incluso brindando, si fuera necesario, apoyo psicológico), con el reconocimiento o las felicitaciones por lo que se está haciendo y apelando a la utilización del envío de mensajes personales, dedicados. Todo esto hará que la persona se sienta más segura, a pesar de las incertidumbres del contexto general, y pueda rendir mucho más en su trabajo y en su relación con los otros dentro de su ámbito laboral.
En momentos de crisis, surgen nuevas capacidades, aparecen nuevos líderes (a veces, informales) que conducen al equipo por el buen camino. RH deberá detectar a esos líderes para trabajar en equipo con ellos, de modo de establecer un ambiente laboral de armonía, contribuyendo a fortalecer la Marca Empleadora, que debe gestionarse aun en tiempos de crisis.