Ya sean grandiosos u odiosos, los jefes tienen un rol clave en la manera en que nos sentimos en el trabajo. De hecho, son tan relevantes que, según Gallup, hasta un 70% de nuestra motivación laboral depende de cómo sea la relación con nuestros líderes inmediatos.
Sin embargo, el liderazgo se basa en gran medida en una cuestión de percepción. Y, si los líderes desconocen qué piensa su equipo de ellos, es altamente probable que el desempeño sufra a consecuencia, advierte Forbes. El desafío reside, no obstante, en que existe una relación inversa entre jerarquía y honestidad en el feedback. En pocas palabras, cuanto más alto esté nuestro jefe en la organización, mayor probabilidad existe de que endulcemos las devoluciones que le damos.
Además, incluso cuando la relación con el jefe sea buena, nunca es una buena idea lanzar indiscriminadamente un comentario crítico. ¿Callejón sin salida?
Nada más lejos de la realidad. Por fortuna, existen diversas estrategias aliadas a la hora de dar feedback negativo a un jefe. ¡Acompáñanos a conocerlas!
Qué es el feedback negativo
La retroalimentación (o feedback en su término en inglés), supone ofrecer o recibir una opinión acerca del desempeño o la productividad, ya sea nuestra o de otros, según el rol en que nos ubiquemos, explica Indeed.
Por lo común, son los gerentes o líderes de equipo quienes se encargan de dar feedback a sus colaboradores. De hecho, éste es parte frecuente en muchos ámbitos laborales. Pero, la retroalimentación también puede navegar en sentido inverso, y que sean los empleados quienes la ofrecen a sus jefes.
En este sentido, se trate de una u otra instancia, el feedback puede ser positivo o negativo.
Mientras que el feedback positivo supone un elogio por un trabajo bien hecho, el negativo, implica una crítica (aunque sea constructiva) por la ejecución o el resultado obtenido en una acción o proyecto. En este último caso, el foco está puesto en aquello que puede mejorarse, más que en apreciar los aciertos.
En cualquier caso, todos estaremos tarde o temprano, en posición de dar o recibir feedback, ya sea éste positivo o negativo.
Importancia del feedback en el entorno laboral
La habilidad de ofrecer feedback es fundamental para el desarrollo en el entorno de trabajo, tanto individual como de los equipos y las organizaciones, refiere la profesora e investigadora Christine Porath, en Greater Good Magazine, de la Universidad de Berkeley. Según diversos estudios, la retroalimentación es muy favorable para:
- Mejorar el bienestar en el trabajo
- Incrementar el desempeño
- Profundizar las relaciones interpersonales
Así, cuando las personas periódicamente reciben feedback honesto, cuidadoso y constructivo se vuelven más competentes, enfatiza la especialista. En consecuencia, se toman mejores decisiones, crecen la colaboración y la productividad, y hasta aumenta la satisfacción laboral.
“A medida que los miembros del equipo se ayudan unos a otros a mejorar y se responsabilizan mutuamente, crean un ciclo de retroalimentación en el que cada persona recibe y proporciona opiniones útiles. Cuanto más sucede esto, más fuertes son las conexiones entre los miembros del equipo, y aquellos que reciben este feedback sienten que quienes la brindan son socios o entrenadores que tienen un interés personal en su desarrollo. De este modo, el lugar de trabajo se convierte en una incubadora, un espacio seguro y protegido, dentro del cual sus miembros pueden fortalecerse”, escribe Porath.
Pero, aunque de enorme valor, ofrecer feedback, especialmente cuando éste es negativo y tienes que dárselo a un jefe, no es tarea sencilla. ¿Cómo puedes proceder? Sigue leyendo…
Recomendaciones para dar feedback negativo a un jefe
Antes de embarcarnos en la tarea de dar feedback a un jefe, resulta útil, según Forbes, no perder de vista dos cuestiones. Por un lado, para evitar que se ponga a la defensiva, busca mostrar que esperas desde la buena intención, colaborar para lograr cambios positivos.
Por otro lado, no hay que olvidar que sólo se estará aportado una mirada parcial del asunto, condicionada por el lugar que se ocupa en la organización. De este modo, como habrá cierta información que se desconozca, siempre es preferible ofrecer una perspectiva desde lo que se sabe, y no hacer suposiciones.
Con esto en mente, un buen ABC a la hora de dar feedback negativo al jefe incluye:
Preparación y enfoque
El feedback negativo debería ser siempre específico, asegura Harvard Business Review (HBR). Por eso, al preparar tus observaciones, pregúntate sobre qué acciones, errores, decisiones o juicios quisieras conversar. A partir de ello, define en qué te enfocarás ¡y apégate a ello!
Apunta, además, a generar un plan organizado para tu retroalimentación. Deberías poder explicar el problema y cómo te afecta a ti o al equipo. Esto permitirá que tu jefe comprenda más claramente dónde debe revisar su conducta, sin que se sienta abrumado o enojado por ello.
Es clave que tus críticas sean constructivas, meditadas y justas. Por eso, agrega Positive Psychology, es conveniente ofrecer siempre un balance entre aspectos positivos y negativos.

Comunicación asertiva
Como anticipamos, dar feedback negativo al jefe puede ser incómodo o intimidante. Es normal que esto suceda. No obstante, es importante mantener el control y regular las emociones durante la conversación, recomienda HBR. Si te sientes abrumado, respira profundo e intenta cubrir los siguientes aspectos:
- Agradece la oportunidad de ser escuchado y establece tu intención de ofrecer feedback
- Define qué te gustaría que cambie (hazlo en términos constructivos)
- Explica por qué quisieras que cambie
- Comenta cuáles son los impactos negativos que has observado a causa de ello
Durante toda esta conversación, procura siempre hablar de las acciones y no de la persona en sí misma. Hacerlo personal sólo hará que tu jefe se cierre y es menos probable que haya cambios, advierte Positive Psychology.

Enfocarse en soluciones
Como lo antedicho, un feedback negativo constructivo requiere no sólo de identificar el problema, sino también de contribuir para resolverlo. Por eso, ofrecer también un plan para solucionarlo, puede resultar una poderosa herramienta, indica Positive Psychology.
En este sentido, colabora con tu superior en la tarea de hallar maneras de evitar volver a cometer el mismo error, aportando nuevos posibles comportamientos o mejores enfoques al tema en cuestión.
El lado b de dar feedback negativo al jefe
Aunque sin dudas de gran valor, es cierto también, que no siempre los jefes están bien predispuestos a recibir feedback negativo de un colaborador, sin importar cuán cuidadoso o reflexionado éste sea, anticipa Forbes. Por eso, si ha sido el superior quien te ha pedido la retroalimentación, ante su enojo, recuérdale que estás cumpliendo con su indicación e intenta re-enfocar el comentario en otros términos.
Pero, si darás un feedback negativo que no te han pedido, sopesa las reacciones pasadas de tu jefe, y personaliza tus comentarios a cómo le gustan recibirlos a él o ella, o reconsidera dejar fuera aquellos aspectos ante los que temas una mala reacción. Lo cierto es que sólo está en nuestras manos modificar nuestras propias acciones. Por eso, en ocasiones es preferible poner el acento en la propia labor ¡y dar lo mejor posible!
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