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Transformación Digital: Cómo prepararse para “el día después”

Dentro del ciclo de Webinar de VISMA Latam durante la cuarentena, Agostina Verni, experta en Transformación Digital habló sobre cómo la crisis por COVID-19 aceleró los tiempos de adopción de nuevas tecnologías en los ambientes laborales.

Cómo prepararse para “el día después”

Dentro del ciclo de Webinar de VISMA Latam durante la cuarentena, Agostina Verni, experta en Transformación Digital habló sobre cómo la crisis por COVID-19 aceleró los tiempos de adopción de nuevas tecnologías en los ambientes laborales.

Las numerosas herramientas de tecnología digital que conocemos nos permiten seguir relacionados a pesar de no poder vernos, de estar privados de compartir espacios comunes.  La era digital hace que, aunque no podamos acercarnos, las relaciones continúen.

Las empresas tienen que cuidar a la gente, pero también el negocio.  RH tiene un papel preponderante: debe navegar la paradoja de la “tensión” que se vive en el escenario actual, entre emociones y obligaciones.  Cumple el papel de asesor -y tomador- de decisiones de peso.  Como dice Dave Ulrich, “Lo que hagamos ahora dejará huella”.  Se necesita agilidad, inmediatez; hay que entender cuáles son las necesidades individuales y las del conjunto.

La cuarentena (otro fenómeno global) obliga a atender diferentes necesidades: salud (física y psicológica), trabajo remoto, generar engagement en el nuevo ambiente, propiciar un liderazgo presente y proveer las herramientas necesarias para continuar el trabajo de la forma menos traumática.

La transformación digital en el ambiente corporativo se sustenta en:

  1. Las personas, que son el sustento del área de RH.
  2. Un nuevo mindset para ver y encarar el negocio de otra manera, con agilidad y eficiencia.
  3. Procesos que se ajusten a lo que se necesita a medida que avanzan el negocio y el mercado.
  4. Incorporación de tecnología que simplifique no solo todo lo relacionado con el negocio sino también con las relaciones interpersonales, favoreciendo a una mayor empatía.

Y para que la compañía sea realmente moderna y ágil, RH tiene que trabajar para:

  • Contribuir a formar personas “geniales” que armen equipos pequeños y multidisciplinarios para trabajar con responsabilidad y autonomía.
  • Conocer al otro -nuestro cliente interno- y agregar valor según sus expectativas, en función de los planes de la organización.
  • Brindar un ambiente seguro como pre-requisito. Seguridad en todo sentido, que al salir de la cuarentena estará muy ligada a prevenir el contagio de COVID-19.
  • Experimentar y aprender rápido, para poder “recalcular” velozmente y realizar los ajustes necesarios para no interferir en los resultados del negocio.

Mucho se ha hablado sobre las organizaciones “customer centric”, sin embargo, actualmente también deben ser “employee centric”.  Esto requiere trabajar para conocer al otro y, de esa forma, luego, generar más valor con menos trabajo.

El escenario de cuarentena hizo que el 42% de las empresas continúen activas con más de la mitad de su gente haciendo teletrabajo (Fuente: IAE).

Los colaboradores están más vulnerables, principalmente en el aspecto anímico.  El área de RH está protagonizando un momento histórico y, a la vez, tiene que procurar que la “continuidad del negocio” sea lo menos traumática posible y que la gente cuente con las herramientas necesarias para realizar su trabajo.

A nivel de las personas en general, RH debe ayudar en: localizar un espacio dedicado para trabajar (puede ser exclusivo o compartido), minimizar las distracciones (en esto es clave el papel de los líderes de equipos), poder definir las prioridades de las tareas, estimular el hacer pausas (es más eficiente y, en los casos de gente con familia, contribuye a participar en la dinámica propia de toda una familia “encerrada” en un mismo espacio y teniendo que repartir tareas domésticas), desconectar al final de la jornada y no reconectarse hasta el otro día.

RH también debe contribuir en el management de los líderes, para que puedan trabajar con su equipo en el logro de los objetivos de la empresa, pero teniendo en cuenta que si la situación cambia también debe cambiar la dinámica, la forma de trabajo.  Los líderes deben comunicar claramente los objetivos y dar autonomía para resolver ciertos temas, deben gestionar desde la confianza, humanizar y personalizar la conexión con cada integrante del equipo, flexibilizar los pedidos y los deadline de informes y reportes; aprender junto al equipo y acordar la mejor forma de trabajo en estas circunstancias.

La cuarentena y el forzado teletrabajo obligan a RH a ajustar los procesos según este nuevo escenario.  El desarrollo tecnológico actual permite realizar reclutamiento y selección, on boarding, desarrollo y capacitación a través de apps muy amigables, fáciles de operar.

Si la organización está convencida de que su gente es el principal capital con que cuenta para tener éxito en el negocio, entonces querrá propiciar una buena “employee experience”, que se basa en tres pilares fundamentales: cultura organizacional, tecnología (al servicio del trabajo y de la vida), espacio físico adecuado (se adaptará según cada circunstancia).

Desde el primer día de esta crisis nos estamos preparando para “el día después”. Las organizaciones deben salir fortalecidas, con personas mejor preparadas para el futuro.  Solos no podemos, el equipo es más fuerte y eficiente.  El “todo” es mucho más que la suma de las partes.