Si hay una relación laboral que marca en gran medida nuestras experiencias en un centro de trabajo, es el vínculo que tenemos con un jefe. En nuestra memoria hay espacio para el líder del cual aprendimos o que motivó nuestro desempeño, pero también tenemos presente a aquel manager que no nos escuchó, no supo guiarnos e, incluso, pudo ser la razón de nuestra salida laboral.
De acuerdo con una investigación de Gallup, en la que se analizó 312 unidades de negocio, se determinó que los líderes y ejecutivos de una organización son responsables de una variación del 70% sobre el Employee Engagement. Una de las razones para esta capacidad de influencia está en el importante rol que tienen los líderes en cada etapa del Employee Experience.
Para darnos una idea de este impacto, revisemos algunos escenarios:
- Atracción: Una de las generaciones con mayor participación el mundo laboral son los milennials y para aceptar una oferta de trabajo evalúan un buen liderazgo. Según Tal Ben-Shahar, profesor de Harvard y especialista de Trust Corporate, estos talentos buscan mentores de quienes puedan aprender y con los que puedan crecer profesionalmente.
- Onboarding: Cuando los líderes participan en el proceso de incorporación de un nuevo colaborador, Gallup indica que estos son 2.5 veces más abiertos a señalar que tuvieron una experiencia inicial excepcional.
- Compromiso: El feedback que da un líder es determinante en el Employee Engagement. El mismo estudio de Gallup que señalamos en un inicio, también identificó que los colaboradores que reciben una retroalimentación diaria tienen 3.5 más posibilidad de sentirse comprometidos, que aquellos que cuentan con un de estas conversaciones anualmente.
Desarrollar y apoyar a los líderes
Es cierto que los líderes vienen en todas las “formas y tamaños”, y cuentan con ciertas habilidades naturales que los hacen destacar. Sin embargo, un buen liderazgo se construye con capacitaciones constantes, evaluaciones, estrategias y un plan que nos ayude a alinear sus talentos, objetivos y más con las metas de la compañía.
Como gestores de talento tenemos la oportunidad de ser el soporte para estos actores clave. Junto a ellos, podemos crear un camino que los lleve a convertirse de “jefes” a “mentores”. Los cambios que veremos sobre los colaboradores nos sorprenderán, pues como identificó Google al conducir Project Oxygen, un experimento sobre la importancia del liderazgo, equipos con un buen líder son “más felices y productivos”.
Con esto en mente, es momento de preguntarle a nuestros managers ¿Cómo podemos ayudarlos a transitar por esa ruta? ¿Qué recursos o soporte necesitan para alcanzar sus metas? Así, habremos dado el primer paso para iniciar una estrategia con ellos.