Durante los últimos meses del 2022, diferentes startups y compañías tecnológicas han enfrentado una ola de despidos masivos y congelamiento de contrataciones. De acuerdo con el portal Blind, que monitorea salidas de talento en el sector tech, más de 75,000 personas fueron despedidas de esta industria en ese período. Para el 2023, el lamentable escenario parece mantenerse y, según la revista Bussines Insider, un promedio de 1,600 trabajadores están siendo despedidos a diario este año.
Bastaba darse una vuelta por LinkedIn para ver el impacto que tuvo esta marea de salidas en el capital humano y la gestión de talento. Tras años en los que startups como Bird o Better se presentaban como lugares con una cultura organizacional atractiva para los talentos, las publicaciones en esta red social comenzaron a describir escenarios “sacados de Blackmirror” en los que se despedía a cientos de personas a través de una conferencia de Zoom.
Pero no todo fue malo. Líderes de compañías como Netflix, dieron un ejemplo de cómo afrontar las dificultades de un despido. Comenzando por un trato humano, no solo dejaron ir a sus colaboradores con una sensación de gratitud por el trabajo realizado, sino que utilizaron sus propias redes para reconocer su desempeño laboral. El apoyo, organizado y coordinado, logró que muchos de los colaboradores desplazados encontrarán nuevas ofertas casi de inmediato.
Esta experiencia que ha remecido el mundo tecnológico nos acerca a reflexionar sobre la importancia del offboarding; y el impacto que tiene este paso en nuestra marca empleadora y el equipo que permanece en nuestra organización.

¿Qué es el offboarding?
El offboarding es la última etapa dentro del viaje del colaborador o Employee Experience, el proceso en el que “terminamos” la relación que existe entre la organización y un talento. Si bien es cierto que muchas compañías reconocen este paso desde un punto de vista administrativo y legal – en el que se devuelven credenciales, materiales, accesos y más – , tiene mayores alcances que el fin de un contrato laboral.
De acuerdo con la consultora Lattice y especialistas de Harvard Bussines Review, el offboarding puede llegar a ser igual de importante que el onboarding para generar lealtad, y tiene un impacto directo sobre la reputación de la marca empleadora. Para tener una mejor idea de ello, tan solo pensemos en todos los titulares, comentarios y sensaciones que ha producido el mensaje del CEO de Better al despedir a 900 de sus colaboradores por Zoom.
¿Por qué debemos prestarle atención al offboarding?
Si bien es cierto que existen diversas razones para la salida de un talento, “la forma en que la gerencia trata a los empleados salientes envía un mensaje claro sobre si la organización cumple con los compromisos y valores asumidos”, indican Allison Dachner y Erin Makarius, profesores asesores de HBR.
En su investigación, que revisó más de 125 textos académicos, ambos especialistas pudieron identificar que contar con buenas prácticas de offboarding facilita la transición de los colaboradores a nuevas oportunidades laborales, pero también los transforman en “alumnis” de nuestra organización. Es decir, en este proceso de salida, los gestores de talento tenemos la oportunidad de formar futuros embajadores, potenciales clientes, asesores e incluso crear la posibilidad de una recontratación.
Tener una estrategia de offboarding también tiene beneficios sobre la adquisición de talentos, pues como reveló un estudio de la Universidad Cornell y la consultora People Path, cerca al 15% de las nuevas contrataciones venían referidas por un excolaborador. Por otro lado, una mala experiencia de offboarding, señala el portal Lattice, corre el riesgo de convertirse en una mala “ruptura”.

Experiencias negativas o un pobre offboarding que no valora la contribución del colaborador o no toma en cuenta sus opiniones a su salida, pueden dañar la reputación de la empresa y extenderse al resto de colaboradores que aún permanecen en la compañía, pues verán en esto un escenario que puede repetirse para ellos.
Como vemos, las últimas impresiones también cuentan y pueden ser un hito decisivo en la carrera profesional de un talento, como en la de la compañía. En momentos de crisis como los que venimos enfrentando, la manera en la que gestionemos la salida de nuestros colaboradores marcará la diferencia en un mercado dónde retener y adquirir talento cada vez es más competitivo.