10 herramientas para entrenar la creatividad
- Cambia la rutina.
- Reformula 10 veces la misma pregunta
- Vuelve a lo analógico.
- Haz borradores “secretos”.
- Sumérgete con los 5 sentidos.
- Diversifica tus intereses.
- Participa en conversaciones incómodas.
- Lleva un diario de ideas.
- Desarrolla tu conciencia plena.
- Verifica si tus procesos están mermando tu creatividad.
¿Creatividad en los negocios? Sí, y para la vida en general también. Porque esta habilidad no está reservada para los artistas, los que se dedican a la publicidad o el marketing. Pensemos, por ejemplo, en todo lo que pudimos solucionar gracias a ella durante el año pasado y lo que va del 2021. ¿Cuántos de nosotros improvisamos nuestros primeros tapabocas cuando el COVID-19 fue declarado pandemia? ¿Cuántas empresas reinventaron sus productos, su atención al cliente y su funcionamiento interno para seguir operando pese al distanciamiento social?
El Foro Económico Mundial incluye la creatividad entre las 10 habilidades clave que deberán tener los trabajadores para el 2025, junto con otras como “pensamiento analítico e innovación” y “solución de problemas difíciles”. ¿Por qué? Porque “el ambiente de los negocios es muy dinámico y el nivel de cambio es muy complejo. No podemos depender de las mismas ideas, las mismas maneras de solucionar los problemas o de expandir los mercados teniendo la misma mentalidad en la que siempre nos hemos apoyado”, señala la experta en liderazgo Rebecca Shambaugh, citando una conversación que tuvo con la vicepresidenta de una empresa que forma parte de la lista Fortune 500.
Y sin embargo, esta capacidad es comúnmente desaprovechada:
- Durante la pandemia, la productividad aumentó con el trabajo remoto, pero la innovación se redujo (Microsoft, Boston Consulting Group y KRC Research).
- 94% de los ejecutivos está insatisfecho con el desempeño de su compañía en cuanto a innovación (McKinsey).
¿Te gustaría llevar tu creatividad a un nivel cada vez más alto? Aquí te mostramos 10 recomendaciones para lograrlo.
Ejercita el músculo creativo
Steve Jobs decía que la creatividad consiste en “conectar cosas” (ideas, situaciones…), mientras que Duncan Wardle, exvicepresidente de innovación y creatividad en The Walt Disney Company, la define como la capacidad de “encontrar maneras novedosas y prácticas de abordar los desafíos”. La bailarina y coreógrafa estadounidense Twyla Tharp agrega un dato más: es posible ejercitar esta habilidad: “La creatividad es un hábito, y la mejor creatividad es el resultado de buenos hábitos de trabajo”.
Todos somos creativos, ya sea en mayor o menor medida, según cuánto hayamos practicado y aprendido a desarrollar esta habilidad.
Por eso, a continuación te compartimos 10 herramientas para que tú o tu equipo puedan entrenar, día a día, el “músculo de la creatividad”:
1. Cambia la rutina.
Gabriella Goddard, directora de la academia Brainsparker, especializada en creatividad, explica que “sacudir un poco las cosas” podría ayudarnos a “recablear” nuestra mente. Indica que introducir cambios en la rutina mejora la neuroplasticidad del cerebro, lo que “ayuda a conectar pensamientos de maneras nuevas e inusuales y despierta ideas frescas”. Prueba hacer algo distinto cada día, ya sea agregarle una cucharada menos de azúcar al café, tomar una nueva ruta al trabajo o al supermercado, jugar con tus niños o incluso comenzar una reunión interna de trabajo con una actividad graciosa y entretenida para todos los participantes. De hecho, tú y tu equipo pueden registrar en EasyRetro las pequeñas “disrupciones diarias” que cada van incorporando a su cotidianidad.
2. Reformula 10 veces la misma pregunta.
El psicólogo Keith Sawyer, autor de Zig Zag: the surprising path to greater creativity, aconseja escribir de 10 maneras distintas, y sin pensarlo demasiado, la pregunta (el problema) que nos ocupa. Por ejemplo: ¿cómo puedo construir una ratonera?, ¿cómo puedo lograr que el ratón salga de mi casa?, ¿qué quiere un ratón?, ¿cómo hago que mi patio sea más atractivo para el ratón que mi casa?, y así sucesivamente. Esto permitirá enfocar el asunto desde otra perspectiva que podría dar paso a la solución adecuada. “Al renombrar tu desafío, te das el permiso para pensar diferente”, afirma Wardle, quien cuenta que en 2011 el equipo de Disney decidió preguntarse “¿cómo podemos eliminar un gran punto de dolor para los visitantes?”, en lugar de hacerse la clásica interrogante “¿cómo podemos hacer más dinero?”. Gracias a ello, decidieron crear los brazaletes electrónicos o “MagicBands”, con los cuales los usuarios acceden rápidamente a las diferentes atracciones de los parques sin tener que hacer largas colas. ¡La experiencia de los visitantes mejoró significativamente!
3. Vuelve a lo analógico.
Herbert Lui, autor de There is no right way to do this, aconseja alejarse de Internet y retomar las herramientas analógicas para así desbloquear la creatividad. Cuenta que Dacoury Natche, famoso productor musical de los raperos Drake y Kendrick Lamar, le reveló en una entrevista que en un momento álgido de su carrera sintió que “mucho de lo que estaba haciendo se sentía rígido porque estaba atascado en la pantalla” de la computadora. Había olvidado cómo hacer música con instrumentos reales, fuera del mundo digital, y eso estaba afectando el resultado de su trabajo. ¿Otra manera de ponerlo en práctica? Dibujar y garabatear en papel los problemas que se tiene, por más abstractos que parezcan. Esto ayudará a apagar las distracciones del entorno, relajar el cerebro y enfocarse en el momento presente, lo que permitirá que emerjan nuevos pensamientos desde el subconsciente, indica Sunni Brown, autor de The doodle revolution.
4. Haz borradores “secretos”.
“Enfócate en terminar una versión de lo que estás haciendo (un demo, un boceto, un borrador). Asume que nadie, más que tú, lo verá”, afirma Lui. De esa manera, se puede crear sin expectativas, concentrándose únicamente en el proceso y en poder completar una determinada tarea. Luego, será el momento de editar ese material.
5. Sumérgete con los 5 sentidos.
Sawyer indica que, antes de ser creativos en un área, es importante convertirnos en expertos en ella. Conocerla en profundidad y con los 5 sentidos. Por ejemplo, ¿estás trabajando un tema relacionado con Grecia? Busca fotos, averigua cómo es el lenguaje, cuál es la comida típica (si es posible, pruébala), ve videos de sus festivales, escucha su radio local e incluso contacta por mail a algún griego que pueda contarte un poco más.
6. Diversifica tus intereses.
Trata de involucrarte en una actividad nueva, desde aprender un nuevo idioma o conocer un nuevo museo hasta escalar una montaña. Goddard, quien es autora del libro Gulp!, destaca que esto “te ayudará a ampliar tu perspectiva y revelará posibilidades que no habías visto. Mientras más experiencias y conocimiento tengas, más conexiones podrás hacer”. Joseph Grenny, coautor de libros como Conversaciones cruciales, aconseja algo más innovador: haz cosas que no te interesan, lee cosas que jamás hubieras querido leer, desafía tus propias barreras. De hecho, asegura que haberse forzado a leer un artículo del Christian Science Monitor le permitió, años después, hacer aportes valiosos a un proyecto desafiante que desarrolló en Kenia: “A veces decimos que las cosas son ‘aburridas’ simplemente porque están fuera de la caja en la que nos encontramos en ese momento”.
7. Participa en conversaciones incómodas.
En la misma búsqueda de ampliar nuestros propios límites, Grenny sugiere involucrarse en conversaciones con gente a la que normalmente evitarías. Esto contribuirá a desarrollar una mayor flexibilidad psicológica y aportará nuevas perspectivas de vida. En el trabajo, dice Shambaugh, es importante que los líderes fomenten el debate saludable, que en lugar de “micromanejar” a sus colaboradores, los empoderen y les den las riendas para explorar y tomar riesgos, “lo que puede conducir hacia direcciones inesperadas”.
8. Lleva un diario de ideas.
En su famoso libro El camino del artista, Julia Cameron sugiere tomarse unos minutos cada mañana para volcar en papel todos nuestros pensamientos: desde lo que soñamos esa noche hasta las tareas pendientes para ese día. Sin orden, sin estructura, sin una correcta sintaxis. Las llama “páginas matutinas” y han sido de gran utilidad para destrabar el potencial creativo tanto de músicos y escritores, como de líderes de negocios. También puedes llevar un registro diario de lo que viste, hiciste y aprendiste. “La intensa reflexión fuerza a tu mente a trabajar en un estado más elevado y mantiene afilada tu mirada frente a lo que está sucediendo a tu alrededor”, lo que permite “encontrar ideas y oportunidades enterradas en todos lados”, indica el coach de negocios Raj Jana en Inc. Personajes como Madame Curie y Frida Kahlo llevaban diarios, mientras que George Lucas lo hace aun hoy.
9. Desarrolla tu conciencia plena.
Esto implica estar intencionalmente atentos a las cosas que suceden a nuestro alrededor y dejar de “categorizar” a los demás en función de nuestras expectativas o estereotipos. Se trata de mantenernos curiosos ante todo. La meditación, por ejemplo, despierta impulsos creativos, desde una mejor memoria hasta una mayor flexibilidad cognitiva y la habilidad para desarrollar una lluvia de ideas, explica Shambaugh. Otros ejemplos de mindfulness son: dar un paseo en el medio de la jornada laboral e ir viendo atentamente lo que nos rodea, hacer un ejercicio simple de respiración para oxigenar el cerebro, hacer una pausa para reflexionar sobre un tema e incluso tomar una siesta cuando nos enfrentamos a un problema muy frustrante (en este caso, dice, Goddard, conviene dejar un lápiz y un papel cerca del sofá o la cama para anotar las ideas que surjan cuando estemos despiertos).
10. Verifica si tus procesos están mermando tu creatividad.
Shambaugh asegura que “la innovación no es impulsada ni por los procesos ni por los sistemas, sino por el talento humano”. Por ello, señala que hay que estar atentos para detectar cuándo estamos siendo acorralados por nuestros propios procedimientos. “La confianza creativa, el impulso de los individuos y la inteligencia de los equipos es lo que lleva a las compañías a nuevas fronteras, lo que revela un mundo mejor e impulsa el desempeño de una organización”.
A lo largo de la historia, la creatividad ha sido un motor fundamental para generar cambios, hacer mejoras e incluso reponerse de la adversidad. “Hoy más que nunca la creatividad es la herramienta competitiva que va a marcar la diferencia”, tanto para las grandes compañías como para los emprendedores y los profesionales en general, destaca Warren Berger, autor del libro A More Beautiful Question.
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Más creatividad, más ingresos
McKinsey indica que el “factor creativo” conduce a obtener mayores ganancias. Tras calificar a las empresas en función de sus premios Cannes Lions en publicidad y mercadotenia, descubrió que las compañías más creativas tenían un mayor crecimiento en ingresos orgánicos que sus pares y un mayor puntaje en cuanto a innovación.
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